Sunday, April 18, 2010

Una pequeña nota

"El retardo de nuestra sociedad"
Como vivir en una completa ignorancia hacia las necesidades de personas que sufren de retraso mental

Primero se debe prestar cuidadosa atención a nuestros periodicos más y así también menos renombrados, a los cientos de titulares que, con una enorgulleciente insensibilidad se dedican a comunicarnos casos personales, tragedias y muertes como la comidilla preferida, dedicada a alimentar el ya tan conocido morbo popular. El segundo paso sea quizá el más fácil, es el de hacer oídos sordos y bocas mudas, aunque previamente toda esta información haya tocado más de un nervio sensible en nuestra conciencia; aun así se opta por la salida más fácil, el no hacer nada, la población cruza los brazos y el gobierno: “ni enterado”.

Los ejemplos, en si mismos, son claros reveladores de esta completa ignorancia, hecha a conciencia por parte de la mayoria de personas. Talvez un claro ejemplo de esto es, sin lugar a dudas, aquel porcentaje especial de nuestra sociedad, los casos son, en su mayoria de personas que padecen de retraso mental y/o alguna otra enfermedad desabilitante. Por retraso mental se entiende un funcionamiento intelectual significativamente inferior a la media y, así mismo, que se padece de diversas limitaciones asociadas con la comunicación, el cuidado personal, la vida en el hogar, las habilidades sociales y academicas tanto como el autogobierno o dominio de sí mismo.

Claramente el retraso mental comprende una limitacion dentro de las actividades intelectuales mas comunes, mas no la carencia de estos, es importante resaltar esto debido al simple hecho que implica y recalca que, las personas especiales no son sujetos deshabilitados para trabajar y desenvolverse dentro de una sociedad, esta ausencia de ciertas aptitudes mentales puede ser, en la mayoria de casos, reemplazada por otro tipo de capacidades, definiendo asi, el actual termino de “personas con habilidades especiales”.

Uno de cientos
El caso de Milagros Martinez Lara no debería pasar desapercibido a nuestros ojos y oidos, es uno de cientos, sí, pero uno más que cientos ignoran. Claramente no ayuda que la familia misma de esta mujer nunca le haya mostrado apoyo emocional, pero muy por el contrario que la hubieran rechazado desde temprana edad por su obvia condicion mental y adicionalmente, que ciertos miembros la hubiesen maltratado fisicamente.

A pesar de esos abusos, que la llevaron al borde del suicidio en cierta ocasion, Milagros sigue adelante, con dos niños y sin identidad. Ella es tambien, como muchos otros, victima de un negligente proceso en el tramite apropiado de su documento de identidad, el cual fue, una vez mas, causado por el descuido de su propia familia. Cual reaccion en cadena, este simple hecho causa que Milagros no pueda realizar los tramites mas comunes, como requerir un servicio hospitalario o realizar una denuncia en una comisaria.

Desde este punto de vista, la pregunta ¿Como una sociedad puede ser indiferente a casos como estos? se puede responder con este simple ejemplo de la vida real.Y no se puede llegar a una situacion mas real que la de Milagros. Muchas veces en estos casos, donde la falta de una sensibilidad y solidaridad por parte no solo de la sociedad que los rodea pero tambien de la propia familia, puede acarrear graves problemas en el desarrollo social y emocional de estas personas, llevandolos al literal abandono de si mismos, la perdida de pertenencia a la sociedad, trayendo consigo la sensacion de siempre ser rechazados y llegando, en muchos casos al suicidio.

Lo peor de todo suele suceder cuando casos como este pasan completamente desapercibidos, comenzando por la familia, allegados, amigos y la sociedad en general. Muchas veces este desinteres y rechazo es parcialmente justificado por la falta de conocimiento sobre el retraso mental, y sus diferentes niveles. Ahora, mas que nunca se debe de combatir esta ignorancia con una toma de conciencia a nivel social y comunitario, recordar que todos somos merecedores de los mismos derechos, sea cual sea nuestra capacidad mental; ser solidarios con nuestro porcentaje “especial”, teniendo en mente que estas personas, aun mas que otras, nesecitan de nuestro apoyo en mayor cantidad, quizas asi se eviten casos como el de Milagros.