Thursday, April 22, 2010

Its karma baby

Martes, una de las mejores puestas del sol que he visto en mi vida...

Algunas veces el mundo me parece el lugar mas placentero del mundo, con su gente preocupada por sus propios asuntos, yendo y viniendo, un compas sin fin, una música infinita llena de ritmos callejeros, olores familiares, un arcoíris de colores. Las calles, todo me parece excepcionalmente maravilloso, esos son los buenos días, los días que quisiera duraran por siempre, los días que sumados entre si harían casi la mitad de mi vida hasta ahora. Y luego, en contraste, están los días malos, cuando a donde quiera que vea se perfila un matiz gris, sucio, teñido por una nube pálida de tristeza y desazón, es como un virus, si un acontecimiento triste ocurrió a mitad del día, el resto va a ser igual o peor, una cadena, el maldito efecto dominó.

El martes 2 fue el dia que pensé que no me iban a dar la visa, había alucinado feo con ese momento, el gran NO del cónsul que destrozaría mi corazón y haría añicos mis sueños, como un vidrio que de repente se rompe frente a tu ojos, puedes ver como los pequeños pedazos de vidrio caen lentamente mientras te invade la tristeza más desesperada del mundo. Sí, estoy exagerando, pero tengo mis razones.


El dia 13 de Octubre fue uno de los peores días de mi vida, uno que recordare por siempre, y, sentí fue como si parte de mi vida hubiese sido truncada con tan solo el leve sonido de una voz diciendo la siguiente frase: “lo siento, quizás el próximo año”, yo no necesitaba el próximo año, esto, en mi mente, era el hecho más injusto del mundo, esto no se suponía que tenía que pasarme a mí, de pronto me di cuenta del grado de soberbia mentalidad que hasta ese entonces impulsaba mis acciones. Nadie tiene el as bajo la manga, nadie es dueño de su futuro, a veces no, cuando te alejas de la sensatez, pierdes tu papel principal, ya no puedes ser capaz de guiarte a ti mismo, es la armonía del universo con la que estás jugando, y ahí sale a jugar tanto el karma como el balance universal, recibir lo que uno se merece, toma en la misma cantidad que has dado.

Sentí, luego de una pequeña crisis emocional y subsiguiente catarsis, donde llore durante todo un día, un golpe paulatino, desconcertante y revelador en cierto nivel. Lo que sentí fue una ola de humildad que recorría mi alma completamente, me sentía como la cosa más ínfima del universo, como una nada. Supe que tenía que hacer un cambio radical en mi vida, no lo supe con seguridad pero mi intuición me decía eso, déjate golpear un buen tiempo, vas a ver como el karma te va a recompensar eventualmente. Luego le abrí mi corazón a Dios, pero no solo mi corazón, mi alma, mi cuerpo y mente, todo era de él. Llore como nunca había llorado en mi vida, le rogué a Dios y a la virgen María. Sufrí un cambio radical de apariencia, ahora sé que el exterior es solo un caparazón, como nos presentamos al mundo, solo eso y nada más.

Sin embargo, iba mas allá, este cambio no solo implicaba como me presentaba hacia otras personas, sino que me hacía sentir menos importante, no en un mal sentido, pero en uno sensato, consciente y con un alto grado de autoestima personal, me comunicaba con mi yo interior, el ser que nació desnudo del vientre de mi madre, quien no se preocupaba por vestir de lo mejor, o tener lo mejor, simplemente era la versión más natural de mi misma.

Good night.
11:25 pm



2 comments:

alonso said...

Me haces recordar un verso d un escritor, q no recuerdo bn su nombre x cierto... "hoy es siempre todavia, y toda la vida es ahora..."... Maybe its not karma baby, maybe its just life.

Diana said...

tienes razon!! ahora mismo me leo a ese escritor! :)